En época de vacaciones y altas temperaturas los episodios de migraña pueden volverse más frecuentes si no se toman las precauciones adecuadas. Estrés, alimentación y hábitos cotidianos, todo lo que hay que saber para disfrutar esta época del año.
Factores Internos y Externos
La Migraña Crónica está relacionada con numerosos factores internos y externos que no pueden controlarse pero sí mitigarse. En verano, diversas situaciones poco favorables se conjugan y hacen de este período un desafío para quienes padecen esta patología. Los buenos hábitos y los cuidados son fundamentales para evitar episodios de intenso dolor y disfrutar de las vacaciones.
La migraña crónica es la forma más frecuente de cefalea crónica y es una condición discapacitante. Afecta tanto a hombres como mujeres y se caracteriza por fuertes dolores de cabeza que el paciente experimenta por más de 15 días al mes, con una duración de más de 4 horas por día durante por lo menos 3 meses. Se estima que aproximadamente el 1,3% a 2,4% de la población mundial sufre este tipo de migraña crónica.
Los episodios- momentos en los cuales se dispara el dolor y otros síntomas - son desencadenados muchas veces por factores externos. Uno de ellos es el calor: "Cualquier cambio de clima, pero el calor en particular, puede ser un desencadenante", explica el Médico Neurólogo Especialista en Cefaleas del FLENI y el Hospital Municipal Prof. Dr. Bernardo A. Houssay, Dr. Pablo Ariel Schubaroff. Si bien la exposición al calor es a veces inevitable, recomienda tomar precauciones: "es importante que quien padece Migraña Crónica se mantenga siempre correctamente hidratado e intente reducir la exposición al calor. El cerebro del migrañoso está genéticamente predispuesto a generar una inflamación cerebral que produce un enorme dolor, por lo que es recomendable extremar cuidados", explica.
Los anteojos de sol son otro infaltable para quienes padecen esta patología considerada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una enfermedad "altamente discapacitante". "La gran mayoría de los pacientes presentan como síntoma agregado la fotofobia, es decir, una intolerancia anormal a la luz. Esto produce enormes molestias acompañadas de dolor en los ojos, pudiendo interferir en la vida del paciente a la hora de desenvolverse en actividades cotidianas como manejar un auto o simplemente leer un libro en la playa", agrega el Dr. Schubaroff. Otra buena recomendación es evitar usar ropas claras que, aunque son idóneas para los días calurosos, favorecen el reflejo de la luz pudiendo causar molestias.
La humedad, la falta de aire en ambientes cerrados y los cambios de presión son también factores a considerar. Es importante mantener los lugares oxigenados y evitar que el aire se estanque, ya que el "encierro" es un factor desencadenante de episodios de migraña. Los bruscos cambios de temperatura, producto del uso desmedido del aire acondicionado, son también una amenaza para los migrañosos.
Por otro lado, la alimentación es fundamental tanto para quienes padecen migraña crónica como para quienes padecen migraña frecuente. El Dr. Schubaroff hace especial hincapié en que una dieta "saludable" no es lo mismo que una dieta "adecuada" para un paciente con migraña: "está comprobado que algunos alimentos, debido a las sustancias que los componen, pueden ser disparadores de crisis. Algunos de ellos son el chocolate, los embutidos, los quesos duros, el alcohol y los lácteos enteros. Es recomendable que los pacientes eviten consumirlos y opten por alimentos "protectores". En verano, las frutas y verduras son los preferidos a la hora de elegir qué comer. El neurólogo recomienda elegir manzana, pera, sandía, melón, damasco, berenjena, zanahoria y zapallo; y evitar preferentemente la frutilla, el kiwi, la banana, los cítricos, el tomate, la remolacha y el apio, entre otros. Hay que tener en cuenta también que los malos hábitos alimenticios, como el ayuno, son populares disparadores de crisis, por lo que deben ser evitados.
Esta enfermedad está vinculada tanto con el plano físico como con el emocional, por lo que las situaciones de estrés en esta época del año, vinculadas a los balances, los preparativos de las vacaciones y el regreso al trabajo, deben ser manejadas con tranquilidad y equilibrio.